La sorpresa fue llegar y ver una ciudad con un montón de edificios enormes que me dejaron asombrada. Sólo teníamos un día par ver la ciudad, así que hicimos un recorrido por el Palacio de Justicia, por el Parque de Bruselas, Jardín Botánico, la Catedral, el Palacio Real, y de ahí pasamos al centro a ver la Grand Place y a recorrer las callecitas de alrededor. Merendamos los típicos gofres belgas con un zumo de frutas natural y cenamos en un restaurante griego del centro. Sólo nos dejamos para la mañana siguiente el Atomium, que nos quedaba un poco más alejado de la zona donde estábamos nosotros.

De esas locuras que haces un domingo, cuando te levantas temprano, coges el coche para irte hasta Zaragoza a comer y dar un paseo, y volver a coger el coche para regresar a casa. Pues eso, locuras de domingo.

Pero sí a eso le sumas que llegas a Zaragoza y todo el centro está convertido en una feria medieval, el plan ya no puede ser mejor. Recorrer calles con mil puestos artesanales, tanto de detalles como de comida, teatros en mitad de las plazas y una noria antigua es algo que nos apasiona. Así que os pongo fotos para que podáis disfrutar vosotros también!