El ilustrador francés Benjamín Lacombe, de la mano de la editorial Edelvives, nos adentra en la mente de esta polémica y fascinante mujer, mediante Su colección de obras pictóricas, con las que logra destacar, mediante las mas hermosas exageraciones del gusto de la reina por la moda, el estado de su alma a través de su vida, víaje que se completa gracias a los textos que Lacombe utiliza, que no son otros que la correspondencia personal de María Antonieta, cartas reales intercambiadas con sus seres queridos, y otras ficticias del Conde Fersen, quien si es cierto mantenía una estrecha y peculiar con nuestra noble protagonista.

Lacombe nos regala una travesía por la vida de una desdichada reina, paseando entre las pajinas de su diario y su correspondencia, contemplando su corazón a través de pinceladas de colores llenando su bella y barroca imagen, de fantasía muy poco lejana de lo que podían ser sus sueños en su enorme cama de Versalles.

Como habréis notado ya, el libro me ha enamorado, y vaya que lo ha hecho, María Antonieta es una de mis reinas  fetiche, y todo sobre ella me fascina.

Decimoquinta hija de la emperatriz María Teresa de Austria, fue, junto al resto de hermanas y hermanos, el seguro de paz para Austria por las numerosas alianzas matrimoniales que brindaron al imperio, de hecho, el dicho rezaba "mientras los demás luchan, tu, feliz en Viena, casate". María Antonieta fue casada con catorce años a Luis XVI Delfín de Francia, y con este matrimonio perdió hasta su perro, ya que por protocolo no podía conservar nada de su identidad y vidaAustriaca. Este fue el principio, y su final es mundialmente conocido, ahora, con este libro,  podéis descubrir lo que le paso entre medias. Antes de terminar, añadiré una observación personal,  me resulta paradójico que los descendientes de quienes subieron a María Antonieta a una carreta, la pasearon por Paris a cara descubierta, para que todo el mundo la increpara e insultara, la guillotinaron entre gritos de "perra austriaca" y torturaron a sus hijos hasta el extremo,  bueno, pues los descendientes de todos estos individuos, hijos de la República francesa, entre ellos Lacombe, ahora se llenan los bolsillos gracias a la "perra Austriaca"  porque han convertido su imagen y su nombre, María Antonieta, porque ahora si la llaman así, en una de las marcas más emblemáticas y lucrativas de Paris.

El libro es una joya de un altísimo nivel artístico, que yo puedo pensar de los franceses  lo que sea, pero en mi estantería esta en el mejor sitio.

Esto es todo hasta el próximo #delibros no olvidéis dejar vuestros comentarios sobre el libro, el post, o lo que queráis. 

Felices lecturas